Para hablar del deporte, imaginemos una mesa tradicional con cuatro patas, donde cada una representa los aspectos fundamentales de un deportista: la técnica, el físico, la táctica y la parte mental. Si alguna de estas patas no está bien equilibrada o es más débil que las demás, la mesa podría mantenerse en pie mientras no soporte carga. Pero, ¿qué sucede cuando añadimos peso, como las dificultades de la competencia, la presión externa o las demandas del entrenador? Es probable que la mesa termine colapsando por su punto más frágil. La pregunta entonces es: ¿qué pasa si una de las patas está floja o es olvidada? Por supuesto, la mesa se cae. Esto ocurre con frecuencia en el deporte, siendo la parte psicológica la “pata olvidada” o descuidada en la preparación de los atletas. Este ejemplo ilustra claramente la importancia de entrenar la mente como parte fundamental del desarrollo deportivo, sin importar la disciplina.
En el pasado, la psicología del deporte no tenía tanto reconocimiento ni era vista como un pilar esencial en la preparación de los deportistas. Aún hoy, algunas personas creen que la preparación psicológica no es importante y la excluyen de los planes de entrenamiento, a pesar de preguntarse por qué los atletas se frustran o bloquean en competencia, incluso cuando su desempeño en los entrenamientos es excelente.
Marcelo Roffé, psicólogo deportivo pionero en Argentina y actual psicólogo de la Selección Colombia, resalta la relevancia del entrenamiento mental. Según su método, el rendimiento deportivo puede dividirse en cuatro partes iguales: 25% físico, 25% técnico, 25% táctico y 25% mental. Este último componente, muchas veces descuidado, es el que puede marcar la diferencia cuando las demás áreas están equilibradas. Roffé compara lo mental con la «frutilla del postre», el elemento que inclina la balanza a favor o en contra del deportista.
Por ello, cada vez más atletas reconocen la importancia de trabajar su mente como una herramienta clave en su proceso deportivo. Deportistas de élite como Simone Biles, campeona olímpica y prodigio de la gimnasia, han hablado abiertamente sobre la necesidad de priorizar la salud mental. En una entrevista, Biles destacó que, sin un enfoque en el bienestar psicológico, es imposible disfrutar del deporte y alcanzar el éxito.
Así pues, de la misma manera que una mesa necesita cuatro patas sólidas para mantenerse estable y no colapsar por su punto más débil, un atleta debe fortalecer las cuatro bases de su preparación, incluyendo la psicológica. Esto no solo garantiza un rendimiento competitivo de alto nivel, sino que también asegura un bienestar integral en los deportistas.
Redacción/ Psicóloga, Karol Villa
