La mañana de este martes 10 de junio ha estado marcada por una escalada de violencia que sacude al suroccidente de Colombia. Una serie de atentados con explosivos en Cali y el departamento del Cauca ha dejado al menos dos personas muertas y varios heridos, en hechos que han encendido las alarmas de las autoridades y generado temor entre la población.
En Cali, hacia las 8:20 a. m., fue detonado un artefacto explosivo adherido a una motocicleta, en las inmediaciones de la estación de Policía del barrio Meléndez. La explosión causó la muerte de un hombre, quien presuntamente trabajaba como cuidador de motos en la zona, y dejó al menos cinco personas más heridas. Videos que circulan en redes sociales muestran el caos generado por el estallido, con la motocicleta en llamas y transeúntes huyendo de la zona.
Minutos más tarde se reportaron otros dos atentados en la ciudad: uno en el barrio Manuela Beltrán y otro en el sector de Los Mangos, también contra instalaciones de la Policía. En este último, se reporta otra víctima fatal y nuevos heridos. Las autoridades locales han elevado la alerta en puntos estratégicos y se reforzaron los operativos de vigilancia.
En paralelo, en el departamento del Cauca se registraron explosiones en los municipios de Corinto y El Bordo, también dirigidas contra sedes policiales. Aunque no hubo víctimas mortales, los estallidos provocaron daños materiales y alteraron el orden público en estas localidades.
Además, la vía entre Cali y Palmira fue cerrada temporalmente luego del hallazgo de cilindros con explosivos y mensajes alusivos a las disidencias de las FARC. Según el ministro de Defensa, estos ataques estarían relacionados con conmemoraciones criminales por parte de estructuras ilegales que buscan generar miedo como represalia a operaciones recientes del Ejército.
Las primeras investigaciones apuntan a que detrás de esta ola de atentados estaría el grupo disidente de las FARC liderado por alias “Iván Mordisco”. La Policía y el Ejército Nacional han intensificado las operaciones de control y se han activado planes especiales de seguridad en los departamentos afectados.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, declaró que “en una semana, Colombia volvió a 1989”, en referencia al periodo más crudo del narcoterrorismo en el país. Por su parte, el presidente Gustavo Petro anunció que visitará personalmente la capital del Valle para liderar un consejo de seguridad y revisar la situación.
Esta jornada violenta revive los fantasmas del pasado y pone en evidencia la fragilidad de la seguridad en varias regiones del país, donde el accionar de los grupos armados ilegales sigue cobrando vidas civiles y poniendo en jaque a la institucionalidad.



