En abril pasado, tribunales de inmigración emitieron órdenes de deportación contra más de 8.300 niños de 11 años o menos, la cifra más alta registrada en un mes.
Muchas de estas notificaciones incluyen frases contundentes como: “Es hora de que salgas de Estados Unidos”, dirigidas a menores que ingresaron legalmente al país. Además de la orden de salida inmediata, el texto advierte sobre “deportaciones, multas y procesos penales” si no cumplen.
Al parecer, el alivio legal también está en riesgo. En abril, el Tribunal del Noveno Circuito emitió una medida cautelar que exige la reinstalación de fondos federales para asistencia legal a menores no acompañados, luego de que el gobierno de Trump intentara recortar esas ayudas.
Ante esto, organizaciones de derechos humanos y familiares han expresado profunda preocupación ante el alcance de estas medidas.
Esta política se alinea con una ofensiva más amplia: una ola de arrestos diarios y expulsiones aceleradas, reportando un aumento del 268 % en detenciones migratorias diarias durante junio, con más de 127.000 deportaciones en seis meses.
 
								 
				 
															


