En Calarcá, el verde de los parques empieza a brillar de nuevo gracias a un esfuerzo poco común: el de los reclusos que, escoba y machete en mano, le apuestan a las segundas oportunidades. Bajo la campaña nacional “¡Buena esa!”, personas privadas de la libertad se sumaron al embellecimiento del parque del barrio Berlín, dejando claro que la resocialización también se construye a punta de trabajo comunitario.

La iniciativa, impulsada por el INPEC y apoyada por la Alcaldía de Calarcá, busca que quienes cumplen condena no solo pasen sus días tras las rejas, sino que también aporten a la sociedad en labores visibles y útiles para la comunidad. En esta ocasión, las jornadas incluyeron corte de césped, limpieza y mantenimiento de zonas verdes, lo que transformó la cara de este espacio público de la Villa del Cacique.

“El mensaje es claro: creemos en las segundas oportunidades y en la capacidad de las personas para reconstruir su vida. Esta estrategia es un camino de perdón, dignidad y transformación social”, aseguró Mario Augusto Castaño, alcalde encargado de Calarcá.

La campaña “¡Buena esa!” ya se ha replicado en varios municipios del país, y cada jornada deja no solo parques más bonitos, sino también la huella de que la reintegración es posible cuando la sociedad abre la puerta.